Triple entrega de novela negra vasca en la colección Cosecha Roja
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N. Azurmendi
Jueves, 20 de junio 2019
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Hace ya un tiempo que la novela negra tiene en Euskadi referentes propios, muchos de los cuales giran, tanto en euskera como en castellano, en torno a la colección Cosecha Roja-Uzta Gorria de la editorial donostiarra Erein. Tres de sus autores han presentado sendas novedades, propuestas idóneas para las lecturas de verano que sus seguidores encontrarán, además de en los canales habituales, en la próxima feria del libro de San Sebastián, que tendrá lugar entre el 28 de junio y el 7 de julio.
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El más prolífico de los tres autores es Jon Arretxe (Basauri, 1963), que tras un afortunado debut en euskera con libros basados en sus viajes y trabajos de ficción dirigidos al público juvenil se adentró con éxito con éxito en el género negro, de la mano, sobre todo, de su personaje más conocido, Touré, un vidente-confidente-investigador «muy sui generis» según el propio autor, que sobrevivió a duras penas a una travesía del Estrecho en patera y ha pasado años buscándose la vida en el barrio de las Cortes de Bilbao. ‘No digas nada’, la novela que ha presentado Arretxe, es la traducción al castellano de ‘Ez erran deus’, que se presentó el pasado mes de febrero.
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También tiene una extracción un tanto informal el ‘detective’ creado por el abogado bilbaino que ya tiene publicadas media docena de novelas del género negro-criminal Juan Infante, protagonista de ‘El precio del silencio’.
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En esta ocasión, a Tomás Garrincha se le vuelve a complicar la vida, y tendrá que acercarse de nuevo al mundo oscuro del que tanto le costó alejarse.
El tercer autor que ha comparecido ante los medios en compañía del editor de Erein Iñaki Aldekoa ha sido Javier Sagastiberri, nacido en San Sebastián en 1959 y afincado en Bilbao. Las investigadoras que han resuelto los enigmas que les ha planteado en las cuatro novelas que ha escrito desde 2016, las ertzainas Itziar Elcoro y Arantza Rentería, se enfrentan en ‘Una tumbra sin nombre’ a circunstancias que afectan muy de cerca a alguna de ellas.
Dos de los autores se han alejado de las zonas urbanas en las que, de entrada, parece más fácil situar las tramas generalmente sórdidas propias de la novela negra. «En ‘No digas nada’ he hecho lo que juré que no haría nunca: escribir un ‘rural noir’», ha admitido Jon Arretxe, que en la sexta novela de la serie ha enviado a Touré de la calle San Francisco de Bilbao a un pueblecito del Pirineo navarro. Eso sí, lo ha hecho por su bien, y «por la evolución lógica del personaje, que había llegado a lo más bajo y ya no podía caer más».
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Para tratar de mantenerse a flote, Touré acepta la propuesta de su amigo Adama -el otro superviviente del naufragio de la patera-, que trabaja en una gasolinera de un remoto pueblo navarro, y accede como pastor al servicio de un anciano bastante particular. No es necesario decir que «su negro destino le persigue» y para Touré el campo no es mucho más bucólico que la ciudad.
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En el viaje que se produce en ‘Una tumbra sin nombre’, de Javier Sagastiberri, que se traslada de Bilbao al Goierri, participan tanto los personajes principales como, en cierta medida, el propio autor. En una novela llena de guiños y cameos de amigos y conocidos Sagastiberri se aproxima al lugar de origen de su familia materna, situando la acción en Beasain, Ataun, Zaldibia, Lizarrusti…. El lector encuentra a las ertzainas Arantza e Itziar tratando de superar una difícul situación previa.
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En ese contexto, Arantza -cuyos orígenes juegan un papel importante en la novela- desaparece, e Itziar se desplaza al Goierri, de donde procede Arantza, para investigar el asesinato del líder de una comuna de carácter anarquista. En ese sentido, y también porque aborda hechos que sucedieron durante el franquismo, es según Sagastiberri su «novela más política».
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El que permanece en un entorno absolutamente urbano y no se ha movido de Bilbao y alrededores –Algorta, Londres, Madrid…– es Garrincha, que sigue colaborando con los inspectores de la Ertzaintza Sara Cohen y Miguel Fabretti.
Protagonista de ‘Atrapado’, de 2017, y de ‘El precio del silencio’, Tomás Garrincha afronta su despedida. En la primera novela fue contratado por el gran capo del narcotráfico en Bilbao para resolver el secuestro de su hija Lucia, estudiante de la Universidad de Deusto. En esta, tras la muerte del padre, volverá a ser requerido por la joven. Según ha adelantado Juan Infante, desaparecerá en la tercera novela de la serie, «antes de que el personaje se agote».
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Las que ya han comparecido por última vez ante sus lectores son Arantza e Itziar, a las que Javier Sagastiberri espera haber dado «un final que a los lectores les parezca satisfactorio». La verdad es que ambas han trabajado mucho estos últimos años, y desde que en 2016 se publicó ‘El asesino de reinas’ han ido a caso por año, protagonizando ‘Perversidad’ (2017) y ‘Un dios ciego’ (2018), todas ellas en la misma colección. El autor tiene en mente cambiar de personajes y, probablemente, también de registro.
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No es el caso de Touré, en cuya séptima novela ya está trabajando Jon Arretxe. «Me lo intenté cargar en el tercer libro, pero sobrevivió, y ahí sigue», aseguró el escritor, que no desveló si el burkinés permanecerá en las montañas navarras, regresará a Bilbao o probará suerte en otro destino.
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También Garrincha, que no se ha movido de Bilbao y sigue colaborando con los inspectores de la Ertzaintza Sara Cohen y Miguel Fabretti , afronta la despedida. Según ha adelantado Juan Infante, tras ‘Atrapado’ y ‘El precio del silencio’ -novelas que son independientes pero están vinculadas a través, entre otras, de la figura del ‘capo’ Gorostiola- comparecerá por última vez en la tercera novela de la saga.
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No es el caso de Touré, en cuya séptima novela ya está trabajando Jon Arretxe. «Me lo intenté cargar en el tercer libro, pero sobrevivió, y ahí sigue», ha asegurado.
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