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El asesino que juega con la física cuántica: así es el nuevo thriller de Sònia Guillén

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Uno de los conceptos clave de la novela es la «superposición», la idea de que una persona puede vivir dos vidas a la vez

 
17/03/2025
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‘El principio de incertidumbre’, la nueva novela de Sònia Guillén, combina el suspense de un thriller con los misterios de la física cuántica. 

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“Hace un par de años escribí un libro de ciencia ficción con el que gané el premio Manuel de Pedrolo. Mientras me documentaba para esa novela, me topé con ideas que me llevaron a ‘El principio de incertidumbre'», cuenta Guillén. «Me pregunté qué pasaría si alguien creyera que es posible aplicar la mecánica cuántica a las personas. Y de ahí nació todo«.

Squark: un asesino inspirado en experimentos científicos

El asesino de la novela, Squark, utiliza principios de la física cuántica para justificar sus crímenes. «Escogí experimentos que fueran llamativos y que sorprendieran a los lectores sin conocimientos científicos», explica Guillén. «Por ejemplo, el gato de Schrödinger o el experimento de la doble rendija. Quise trasladar estas paradojas al comportamiento humano, aunque fuera de una manera completamente retorcida».

 

Para desarrollar la parte científica de la novela, Guillén recurrió a libros, artículos y podcasts. «No soy física, así que tuve que documentarme bastante. Pero al tratarse de un thriller, me permití jugar con las ideas y adaptarlas a la historia de un personaje desequilibrado», dice. «Para asegurarme de que no escribía barbaridades, una doctora en física revisó la parte científica».

Superposición cuántica y dualidad humana

Uno de los conceptos clave de la novela es la «superposición», la idea de que una persona puede vivir dos vidas a la vez. «En física, esto se refiere a que una partícula puede estar en varios estados hasta que se la observa», explica Guillén. «Me pareció fascinante trasladarlo a la psicología humana. Hay gente que se comporta de maneras diferentes según quién los esté observando. Squark elige a sus víctimas porque encajan en esa idea».

 

«El objetivo principal era que la historia tuviera un ritmo trepidante», afirma Guillén. «La física cuántica es solo el trasfondo, no un tratado científico. Lo más difícil fue trasladar experimentos que solo ocurren a nivel subatómico al comportamiento humano. Pero ahí es donde entra la ficción. Como Squark es un asesino con una visión distorsionada de la ciencia, podía permitirme licencias».

 

Uno de los personajes clave de la novela es Berta Fernández, una doctora en física cuántica. «No me inspiré en nadie en particular, pero quise reflejar a mujeres que trabajan en carreras técnicas y que tienen una pasión por la ciencia», dice Guillén. «Aun así, lo más importante para mí era su parte humana. Más allá de su profesión, ella también tiene miedos, deseos y conflictos personales».

Un villano con profundidad psicológica

«Quise evitar que Squark fuera un villano cliché», asegura la autora. «Me inspiré en un profesor de matemáticas que tuve de niña. Era cruel con sus alumnos y obligaba a su hijo pequeño a resolver ecuaciones en el patio. Veía a ese niño llorar mientras los demás jugábamos, y eso me marcó. Me pregunté qué sería de él de adulto si crecía con una relación distorsionada con la ciencia. De ahí salió Squark».

 

La historia está llena de mensajes cifrados y enigmas que la policía debe resolver. «Pensé en cómo alguien podría usar una fórmula que no entiende para cometer crímenes», explica Guillén. «Quise que el lector también se sintiera desafiado».

 

Hay que tener en cuenta que la autora reconoce que su novela tiene un ritmo muy cinematográfico. «Muchos lectores me dicen que podría ser una serie», confiesa. «Me encantaría ver ‘El principio de incertidumbre en la pantalla'».

 

Ya han sido varias las primeras reacciones a la novela, y Guillén, se muestra sorprendida. «Me daba miedo que, al tener 500 páginas, fuera una lectura lenta. Pero muchos me han dicho que lo devoraron en un fin de semana. Eso es lo mejor que le puedes decir a un autor de thriller».

«Sin duda quiero seguir escribiendo thrillers», dice Guillén. «No sé si continuaré esta historia, pero la idea de un asesino que quiere reproducir la física cuántica con personas es tan original que podría dar para más».

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