‘A sangre fría’: el libro que consumió a Truman Capote

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Elías Moscoso

18 de abril de 2019

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Estructurada en cuatro capítulos, la novela A sangre fría de Truman Capote dio a luz un nuevo género literario: la novela de no ficción . A pesar de que en 1957 (nueve años antes que Capote) el argentino Rodolfo Walsh -con la novela Operación masacre dio inicio a este nuevo genero- la excéntrica personalidad de Capote, el reconocimiento que había adquirido con la novela Desayuno en Tiffany’s (1958) , el morbo por la muerte de una familia ejemplar y la condena a muerte de sus asesinos, lo catapultó a la fama y lo convirtió en un hito de la literatura .

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La historia, mezcla de periodismo y literatura, se convierte en la biografía de los asesinos Perry Smith y Richard Hickock (Dick) . Capote nos muestra detalles de la infancia de ambos, su encuentro en la cárcel de Lansing (Kansas), el golpe que acordaron realizar cuando fueron liberados, el asesinato perpetrado en Holcomb (Kansas) y la fuga. Así narra hasta llegar al día de la captura y la condena a muerte cerca de dos mil días después: tiempo en que el escritor desarrolló una relación íntima con los asesinos para diseccionar sus relaciones con precisión quirúrgica .

En el caso de la familia Clutter fue el trabajo de campo de Capote, con ayuda de su amiga la escritora Harper Lee (conocida autora de la novela Cómo matar a un ruiseñor ) y sus constantes entrevistas a los habitantes de Holcomb, quienes luego de los asesinatos empezaban a desconfiar de todos incluso de sus propios vecinos. Así logró capturar y reconstruir, con un realismo fascinante y atractivo, la vida de una familia y de una población que no conoció hasta que tanto Capote leyó la noticia del asesinato ocurrido el 14 de noviembre de 1959 .

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La novela también refleja el lado humano y psicológico de los asesinos al relatar las vivencias de Smith y Hickock y como ciertos detonantes los se convirtieron en seres sin sentimientos capaces de asesinar a la familia Clutter: Herbert William, Bonnie, Nancy y Kenyon. También demuestra que la motivación fue la fanfarronería de ambos, ya que ninguno de los dos quería demostrar que no tenían los cojones para matar a alguien .

La fanfarronería o vanidad originó la matanza . El narrador del libro nos cuenta que la idea del “golpe” nació gracias a Floyd Wells (compañero de Dick en la cárcel). Wells entregó información sobre una persona en Holcomb forrada en dinero para la que había trabajado y que guardaba en su casa una caja fuerte con diez mil dólares.

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Esto lo hizo para llamar a Dick, quien se la pasaba hablando sobre sus hazañas. De la misma manera, Dick había escogido a Perry para el “golpe” porque le había contado que antes de entrar a la cárcel había matado a un negro con una cadena de bicicleta: otra mentira vanidosa .

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La personalidad de Perry, plagada de vanidad y cinismo, como una máscara que escondía el dolor y el sufrimiento vivido en la niñez, cautivó a Capote . Esta relación fue retratada en la película biográfica Capote (2005) cuando Truman, interpretado por Phillip Seymour Hoffman, dice en una entrevista: “Es como si Perry y yo hubiéramos crecido en la misma casa, pero yo salí por la puerta de enfrente y él por la puerta de atrás” .

El amor y el odio fueron creciendo a lo largo del proceso de escritura (1959-1965) al igual que la manipulación a los entrevistados según quienes, a pesar de reconocer la novela como una obra maestra, critican la veracidad de la historia . Hay quienes aseguran que existió una relación sentimental entre el escritor y el asesino, mientras otros aseguran que lo usó para darle un final llamativo a su obra .

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Se sabe que Capote ayudó a demorar la sentencia de Smith mientras realizaba sus investigaciones, no obstante para febrero de 1965 Capote se quejaba en una carta: “El tribunal supremo ha concedido otra prórroga! ¡Vaya país! !Vaya sistema judicial! No sabremos nada hasta marzo o abril». Cuando Perry volvió a pedir ayuda para la última apelación, Truman prometió hacerlo, sin embargo jamás cumplió y fue testigo de su ejecución en la horca el 15 de abril de 1965 .

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Lo cierto es que la escritura de la novela afecto la vida del escritor quien dijo: “Nadie sabrá nunca lo que A sangre fría se llevó de mí. Creo que, en cierto modo acabó conmigo” .Luego de la fama alcanzada con la novela — 50,000 ejemplares semanales durante los primeros cuatro meses y su permanencia en la lista de best-sellers por más de un año — Truman Capote se rodeó de celebridades y se sumió en los excesos de las drogas y el alcohol .

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La misma fama que al principio lo convirtió en el consentido del jet set neoyorkino, lo conduciría hasta el abismo de la soledad . Para 1976 había publicado cuatro capítulos de su futuro libro Plegarias Atendidas en donde narraba varios secretos de su círculo de amistades. La publicación le costó la expulsión del círculo exclusivo. Ante esto se defendió con su acostumbrada vanidad diciendo: “¿Qué esperaban? Soy un escritor y lo uso todo. ¿Acaso esa gente pensaba que yo solo servía para divertirlos?”.

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Siete años después (25 de agosto de 1984), en el departamento de la única amiga que conservaba, Joane Carson, falleció debido a un problema hepático . Truman le pidió: “Estoy muriendo. No llames al médico. Sólo abrázame”. Dijo tres veces “mamá” , y se fue.